lunes, 30 de abril de 2012

PRINCESAS, DRAGONES Y CABALLEROS DE AZUL

Erase una vez que se es...

En lo más alto de la más alta torre, donde habitaba una princesa. 

Llevaba muchísimos años allí enclaustrada esperando la llegada de un caballero, de un príncipe azul que la rescatara del temible dragón que la custodiaba. Solo quien lograr tal hazaña sería digno de alcanzar su corazón y solo entonces sabría que ese era su amor verdadero y vivirían felices para siempre.





Pero el tiempo pasaba y allí se habían acercado muchos caballeros, y la habían llegado a rescatar en más de una ocasión, pero siempre evitando al dragón, nunca nadie lo vencía como era lo que mandaba el cuento. La princesa pensaba que solo vendrián por su tesoro y que no la querrián a ella, sino engañarla, usarla y vuelta a dejarla en aquel torreón.

Una noche, cuando ya finalizaba el día y con él, una vez más, sus esperanzas de ser rescatada, apareció un jinete cabalgando sobre su montura y huyendo de una terrible tormenta que se le venía encima.


Cuando llegó a las puertas del castillo, el temporal ya estaba encima de él y parecia que tanta agua lo quisiera ahogar, pero cuando por fin se abrieron las puertas el caballero descubrió al dragón.


- ¿Me dejaría pasar aquí la noche? La tormenta ya está aquí y no tenemos refugio. - Contestó con apuro el caballero sin amilanarse por la temible presencia del dragón.


- ¿Y que me impediria matarte entre terribles brasas? 


- Absolutamente nada, pero puestos a elegir prefiero morir calentito y resguardado que de una pulmonía en medio de una tempestad.


Y sin más entró el caballero en el castillo sin esperar la respuesta del dragón.


Entonces se cerraron las puertas y un terrible rugido, resonó en todo el castillo.


La princesa, asustada y asombrada por el atrevimiento del caballero, bajo raudamente por las escaleras, sentía de repente un calor por todo el castillo y eso le hizo temer lo peor, pero, más lo que vio, la dejo estupefacta.


El terrible rugido que había lanzado el dragón era para encender de un solo soplido todas las chimeneas del castillo. 

El caballero se lo agradeció al dragón, tras cuidar y secar a su caballo. 

Saco las viandas de viaje y las mostró al dragón por si le apeteciera cenar con él. El dragón sintio curiosidad por aquellos alimentos frescos, pues el solo comia carne de caballero asada. De hecho hasta la princesa se le hacía agua su boca, al ver aquellas frutas frescas y silvestres, pan, dulces, miel... ¡Cuanto hacía que no probaba todas aquellas cosas para mantener su figura!


El dragon sintio curiosidad por la miel, y el caballero al ofrecerselo, descubrio el lado más goloso de los dragones. Pues comio, sorbio y relamio toda la miel de los tarros que portaba el caballero.


Luego charlaron animadamente, pues el caballero sabía mucho de dragones, y conocía el nombre de cada uno de la comarca y le dio nuevas de cada uno de ellos. El dragon estaba entusiasmado por saber de ellos, ya que no los podía ver, ya que tenía que custodiar a la dichosa princesa.


Tras la larga charla y atracon de miel, el dragon cayó profundamente dormido, y la princesa se acercó al caballero.


- Buenas noches caballero. ¿No vaís a dar muerte ahora al dragón?


El caballero se viró sorprendido... 


- ¿Por qué habría de hacer tal cosa?


- Es lo que ha de hacerse... - Contestó la princesa. -  Así ganaras mi amor para siempre.


El caballero se irguió y la observó bien.


- Decidme bella dama... ¿Quién puso aquí al dragón?


- Yo por supuesto. - Contestó la dama. - Toda princesa que se precie ha de poner a prueba el valor de su amado. Si vence el dragón será digno de mi corazón. Vos lo habeís vencido con astucia, solo os queda arrebatarle la vida.


El caballero la observaba.


- Cuando era más joven, hacía precisamente lo que decis, mataba a cuanto dragón se cruzara en mi camino, para lograr el amor de una princesa. 

Ya no recuerdo cuantos cadaveres coseché. Pero para ellas nunca terminé de ser, lo suficientemente, guapo, valiente o rico. 

Siempre decián que acababa con el dragón con argucias y que mi lucha y la muerte del animal no erán validos...


Envejecí matando dragones, me arruiné comprando espadas cada vez mejores y briosos corceles, el color azul me abandonó por el carmesí de la sangre que derramaba. Entonces lo entendí.


Debía aprender a amar a quien a costa de su muerte, daba la vida por alguien, aunque para ese alguien su vida no significara nada.


Entendí que mi autentica princesa entendería lo siguiente; 

Cuando me preguntara, si ella sería mi única mujer en mi vida , mi respuesta sería no, y ella no se enfadaría como estaías a punto de hacer vos, porque entendería que tambien lo sería nuestra hija.


Cuando me pidiera si estaría con ella, por siempre feliz, le diria que no, tambien estaría con ella, cuando llorara, cuando desesperara y cuando todo soplara en contra.


Y que si le daría mi vida, le díria que no, pues  mi vida doy en cada instante que pasó con ella, porque no quisiera estar en ese momento en otro lugar en el mundo, por eso no querría perder la vida, porque la quiero seguir disfrutando a su lado. Esa es a la persona que amo, mi corazón ya le pertenece.


En ese momento rayos de luz asomaron entre las nubes, bañando con ella al caballero y fue cuando se descubrió su auténtica forma. Un dragón joven hermoso y dorado. Que con un batir de alas alzó el vuelo y salió por uno de los inmensos ventanales.




Y cuenta la leyenda, que allí sigue la princesa, sola en una torre, protegida por dragones que ella lleva al sacrificio para que los hombres le demuestren su valor, y mientras ella, descansa sobre los huesos de los cadáveres de tantos infortunados.

4 comentarios:

  1. ¡¡¡guau!!! El otro día, dp de un suceso dije que se me estaba despertando un sueño que creía perdido, y ahora, leyendo ésto, me has recordado a otro deseo e ilusión que creía que tb estaba perdida...

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  2. pero esto lo has escrito tu? vaya, increible, me dejo boquiabierta, la historia me ha encantado, es una de esas pequeñas cosas que te hacen imaginar y pensar en seres fantásticos, muy buena de verdad, me encanto ;)

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